En Maastricht y Berlín

En las postrimerías de la primavera se suceden numerosos eventos y congresos médicos, aprovechando las buenas condiciones meteorológicas. Durante una semana, entre Mayo y Junio, he asistido con Carmen a dos importantes reuniones científicas. La primera de ellas, en Maastricht, son los Anesthesiologendagen. En pocas palabras, el congreso nacional holandés de los anestesistas. La segunda, el Congreso Europeo de Anestesia, la ESA 2015, que se dió cita en Berlín.

Voy a omitir los detalles científicos de nuestras visitas y nos concentraremos en los aspectos lúdico-festivos y gastronómicos.

No era la primera vez que visitábamos Maastricht, al sur del país, nos encanta. Alquilamos un apartamento muy coqueto cerca de la estación de ferrocarriles. Una ciudad muy cosmopolita (se encuentra a tiro de piedra de Francia, Bélgica, Alemania y Luxemburgo) que acoge numerosos turistas. Un casco histórico precioso, bien conservado. El comercio, de gran categoría, muy bien cuidado, aunque eso sí, abundan las tiendas "super lujo". Es una delicia recorrer sus calles y de vez en cuando entrar en sus tabernas a beber una de sus cervezas. Ciudad con una historia muy interesante, en la que los españoles somos uno de los protagonistas. Es increíble poder cenar en un restaurante que es una iglesia y monasterio, rodeado de grandes vidrieras góticas. Ha sido la primera vez que hemos degustado un guiso de carne de caballo...muy deliciosa!.

Berlín. Esperábamos más de esta capital europea. Ciudad que rebosa arte, no sólo en sus museos sino el llamado arte callejero, grafitero. Hemos visto gente pobre, suciedad. Lo que no acostumbramos a ver en Holanda. Es una ciudad en permanente reconstrucción, todo son obras y arreglos. Pero qué buena cerveza se bebe!. La capital del imperio europeo mantiene viva todavía la historia reciente de las dos alemanias, con su muro. Y por supuesto, el reconocimiento a las víctimas del holocausto judío. En el aspecto gastronómico optamos por locales genuinos alemanes, de gran altura culinaria. Se come estupendo. Aunque probamos las salchichas alemanas en diferentes salsas de locales más callejeros.

Estos días de ciencia y relax nos han servido para preparar la temporada estival. De vez en cuando, desconectar de tus obligaciones diarias, es una buena manera de mantener el espíritu de "Carpe Diem". Javier