Hace dos fines de semana, junto a nuestros amigos Paul y Adela, cogimos las maletas y tomamos carretera para ir a un pueblecito austríaco, de nombre Engelhartszell, muy cerca de la frontera alemana, pasando Passau, conocido por su Abadía, productora, entre otros productos, de una cerveza trapista muy especial. La abadía de Stift Engelszell se puede visitar (su iglesia) y elabora 3 tipos de cerveza: la Nivard, cerveza blanca, con 5.5% de alcohol por volumen, la Benno, una cerveza tostada con un contenido de alcohol del 6,9% de alcohol por volumen y la Gregorius, una cerveza oscura con un contenido de alcohol de un 10,5% de alcohol por volumen, alta graduación alcohólica debido a la adición posterior de miel en la segunda fermentación. La producción es la menor de todas las cervezas trapistas y es difícil encontrarlas fuera de este lugar.
Como se puede ver en la tabla de arriba, ya hemos visitado y degustado in situ TODAS las cervezas trapistas oficiales que se encuentran en Europa. Sólo nos falta una, la de Spencer, en Massachusettes, única de los Estados Unidos de América. Este viaje necesita de una más ardua planificación, pero ya os enteraréis de nuestros planes.
Nada más llegar por la tarde, después de un trayecto largo en coche desde Rotterdam, y después de acomodarnos en el hotel/casa de huéspedes Zum Goldenen Schiff, nos dispusimos a cenar y hacer la primera degustación de sus cervezas. Ocurrió en un Bistro en frente de la Abadía, donde conocimos a un personaje especial, un profesor de música llamado Marcus, con el que nos divertimos durante toda la velada.
Durante el camino de vuelta a Rotterdam, pasamos dos noches en Munich, la estimulante capital de Baviera. Aunque allí no hay cervezas trapistas, sí hay buena cerveza...y buenas salchichas. Pudimos degustar la rica gastronomía bávara, medio codillo de cerdo por persona en el lugar más conocido y famoso de la ciudad, y buena, buena, cerveza, en tandas de 1/2 litro. Con ayuda de los guías de Sandemans, recorrimos los sitios más emblemáticos, empezando desde la Marienplatz, donde se encuentra el Ayuntamiento Nuevo, con el carrillón que preside su campanario, la iglesia de San Pedro, el Viktualienmarkt, la segunda calle comercial más cara del mundo, la Maximilianstrasse, la Residenz, Palacio de la familia real bavaresa durante 6 siglos, el parque de los ingleses, donde hasta hacen surf en los rápidos de sus canales. Una ciudad tradicional pero a su vez moderna, muy diferente a otras del norte del país como Berlín.
Un punto algo oscuro fué comprobar como en la ciudad donde nació el Partido Nazi y donde Hitler se sentía como pez en el agua, hay pocos recuerdos sobre la tragedia sufrida por los judíos, antes (noche de los cristales rotos) y durante la segunda guerra mundial, y los pocos que hay están "medio" escondidos. Parece que no quieren recordar nada del asunto. Pero a los interesados no se les escapa el tema. En el video de las fotos que dejo luego, aparece la leyenda de una calle en la que aparece la primera letra (por su deterioro que es ignorado por las autoridades locales) de lo que fué la Hitlerstrasse.
La línea de adoquines dorados en Viscardigasse (se ve también en el video), callejón que une las calles Residenzstrasse y Theatinerstrasse es símbolo de una historia muy sórdida.
Durante la época nazi, el Feldherrnhalle
o Templo de los Generales fue utilizado como centro de operaciones
militares. Este edificio se encontraba en la plaza Odeonsplatz, unos
metros más arriba de la Residenzstrasse. Hitler ordenó colocar un estandarte con un águila dorada y una
esvástica ante la que todo ciudadano que pasaba se debía cuadrar e
inclinar su cabeza. Además tanto de día como de noche, siempre había 2 guardias
armados de la SS ante los que todo el que pasaba era obligado saludar al
estilo nazi, con un “Heil Hitler” mientras se levantaba el brazo. Este camino homenajea a aquellos muniqueses, entre ellos muchos
judíos, que se resistían a la opresión nazi, y en lugar de continuar
Residenzstrasse arriba hasta Odeonsplatz, atajaban por Viscardigasse
para evitar los saludos. La SS y la Gestapo se apostaba al final de la calle a interrogar a todo el que pasaba y al encontrar indicios de antinazismo, detenían y posteriormente llevaban al campo de trabajo de Dachau al arrestado. Dachau fué posteriormente conocido como campo de concentración y exterminio, al norte de Munich.
La curva dorada representa el camino que seguían, una senda de 18
metros de adoquines de bronce recuerda su valor y les rinde tributo. El
autor de esta obra llamada Arguments fue Bruno Wank.
Os dejamos con la colección de fotos. Javier
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