Comos putas y apaleados

Así somos los emigrantes. Si no, leed con atención este párrafo sacado de El País de ayer:

“El informe de la subcomisión sobre la amplia reforma electoral limita el derecho de voto de los inscritos en el llamado CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes), es decir, los emigrantes.
Cuando la reforma entre en vigor ya no podrán votar en elecciones municipales y en el resto tendrán serias restricciones. Así, se instaura para ellos el voto rogado, que supone que han de inscribirse previamente, complicando su trámite, y, además, se establece para ellos el voto presencial y no por correo como ahora. No prosperó la intención de PSOE y PP de crear para ellos una circunscripción específica en el Senado, impidiendo también su voto en el Congreso.”

Me sienta mal no poder votar en las municipales, pero ya que no resido allí, en Jerez, me resigno a ayudar a mis antiguos convecinos, a mi familia, a poner coto a la maraña de alcaldables que sólo buscan sus propios beneficios y los de los suyos a expensas de la ciudadanía. Lo mismo diría de las autonómicas, pues me da cierta pena ver como Andalucía sigue siendo la comunidad más rastreada de toda España, en la que siguen gobernando los mismos de siempre, después de haber creado una auténtica red de favorecidos, agradecidos, PERadictos y maleantes sin escrúpulo. Pero el colmo de los colmos es que te pongan límites y obstáculos a poder decidir como español el gobierno de tu país, aunque vivas en el extranjero. Si eso es así, más vale que me quiten la nacionalidad, porque no quiero ser parte de este país de besugos y políticos corruptos, que se niegan a modificar la ley electoral porque peligran sus pensiones, sueldos y privilegios descarados. Hasta hoy no descartaba mi participación cada cuatro años para elegir el grupo político que en cada legislatura tenía libertad para robar a sus ciudadanos, pero ahora…que le den. Seguiré votando en las municipales de Rotterdam y dejaré para el recuerdo las papeletas al Congreso y al Senado. Javier