Chapuzón

Ayer me llamó Carmen al trabajo un tanto consternada. Resulta que dando un paseo con su amiga Willy para sacar a los perros, los dejaron sueltos por un instante. Estaban caminando alrededor de los canales que atraviesan el barrio. Ella insinuó que no le gustaba dejar suelto a Rey por aquella zona porque es muy curioso y se lanza allá donde su mente le dice que hay algo interesante. Por un momento parecía todo bien hasta que en la orilla de un canal Rey vio a un pato sobre las aguas. No se lo pensó dos veces y se tiró al agua, fué nadando detrás del pato hasta que éste emprendió el vuelo y, entonces, a las llamadas de Carmen, volvió a la orilla donde lo pudieron sacar. Carmen se puso pipando además de el momento de angustia que pasó por lo que podía pasarle a Rey, pero éste siguió jugando con el otro perro. Con sólo 3 meses, tirándose al agua sin miedo, con el frío que hacía y nadando, este perro nos asombra. De vuelta a casa, bañito caliente y a descansar. Afortunadamente todo ha quedado en una anécdota, pero seguro que nos tiene guardadas otras gracias que descubriremos más adelante. Javier