Pedaleando sobre las dunas

Los días 7 y 8 de septiembre hemos (Carmen y yo) dedicado el fin de semana largo del que disponíamos (de jueves a domingo) a tener un primer contacto con un par de rutas de mountainbike en un lugar fantástico, en el Parque Nacional De Loonse en Drunense Duinen, situado en la provincia de Noord-Brabant, al sur del país, único en Europa Occidental. Con una extensión de 3500 hectáreas es parque nacional desde 2002. Lo administra la organización estatal Natuurmonumenten de la que soy miembro y de la que obtengo todos los años una etiqueta/pase (membresía desde 30 euros al año, 12 euros la viñeta para la MTB) para poder rodar por las rutas dentro de este parque natural y en los parques de Veluwezoom y Bergherbos. Es una manera de financiar el mantenimiento de las rutas y el buen orden del parque, sobre todo la protección de la fauna y flora. De los 35 km², 30 km² son de arenales, siendo este lugar conocido también como el "Sáhara de Brabante". El resto está formado por bosques de coníferas. Queda como a una hora en coche de Rotterdam.

Estas dunas que datan ya de la Edad Media son móviles, cambiando de ubicación según los vientos. La temperatura de la arena puede llegar de día hasta los 50 grados, llegando cerca del nivel de congelación por la noche. Todo ello permite que se desarrolle en este lugar una fauna y flora únicas. En este vergel de naturaleza protegida se puede hacer senderismo, montar a caballo y pedalear bien en bici de calle o de montaña, por las rutas extraordinariamente creadas y mantenidas por Natuurmonumenten.

Llegamos el jueves al mediodía. Nos alojamos en el hotel Guldenberg, localizado al este del parque. Habitación sencilla con ducha, limpia y agradable. Desayuno tipo buffet y brasserie/bar/restaurante donde se puede almorzar y cenar. Hay garage cerrado para las bicis y conexiones para la carga de bicicletas eléctricas. Nuestro plan fué hacer la ruta más sencilla el viernes (ruta verde) y dejar para el sábado la ruta para experimentados (ruta negra).

La ruta verde son 16 km de single track que transcurre por Margriet y Hengstven, al este del parque nacional. Como es de costumbre se deben respetar normas de comportamiento para poder convivir con respeto junto a senderistas y usuarios de rutas a caballo. Por ser de "corto" recorrido y presentar pocos desniveles es ideal para un buen inicio o "calentamiento", aunque no cualquiera puede aventurarse a hacerla sin una mínima experiencia en MTB.

La ruta negra son 26 km  de single track con desniveles, algunos de importancia pero cortos. La primera parte de la ruta es bastante técnica y desde luego no apta para principiantes. La segunda mitad es divertida con interminables curvas. Existen zonas de raíces que hay que sortear adecuadamente y sólo un par de trayectos sobre arena en los que se hace necesario bajarse de la bici por quedarse uno literalmente hundido en el terreno arenoso. Hay en algunos trayectos variantes para poder hacer algo de malabarismos, como saltos etc.. Realmente se puede combinar con la ruta verde en una sola salida, pero creo que de esta forma es más digerible. Hay que recordar que aunque Carmen y yo montamos regularmente en MTB, no somos "profesionales" ni usuarios "avanzados".

Ni que decir tiene, el uso de casco es obligatorio. No os voy a decir las veces que me han golpeado ramas en la cabeza, además de una caída que tuve el primer día por ir demasiado rápido en una estrechez del recorrido bordeado por troncos y ramas. Las rutas están perfectamente delimitadas y señaladas, y aunque rodábamos con gps/app no era realmente necesario. Por el camino puedes encontrar algunos cafés y bares donde si es necesario puedes tomar algo y descansar. Para documentar nuestra salida, además de los móviles llevábamos la cámara fotográfica (compacta) y en la ruta negra el drone, Mavic Pro. Este último aspecto no lo tuve claro desde el principio, puesto que al ser el parque parte de la red Natura 2000 en los Países Bajos, el uso de drones estará condicionado y regulado por los organismos correspondientes. Como soy buen previsor contacté con las instituciones de la Provincia, que me derivaron al organismo competente (OMWB), los cuales se "lavaron" las manos porque al parecer un drone como el nuestro de sólo 750-800 gramos de peso, no requería permisos especiales como los aparatos a partir de 25 kg. Sólo había que cumplir lo establecido en las normas para vuelos de drones recreativos y obrar con cautela y lógica para no molestar ni a terceras personas ni a la fauna, aves del parque. Es más, twiteé al vigilante del parque para quedar, bajo su supervisión, para hacer los vuelos fotográficos, pero nunca recibí respuesta. Pues bien, con todo lo dicho y pruebas documentales de todos los pasos que dí, nos decidimos por tomar nuestros videos y fotos desde el aire. No tuvimos ningún problema.

Todo suena muy lindo, no?. Pues más lindo lo será cuando lo veáis por vuestros ojos. Os dejo con el videoclip que hemos creado. Es más largo de lo habitual pero merece la pena. Espero que os guste. Javier