Los dias 19 y 20 de este mes organizamos con Paul y Adela una visita a la Abadía trapense de Sint Benedictus donde se elabora una rica cerveza llamada Achel. Con esta visita hemos terminado con todos los productores trapistas del Benelux y sólo quedan por conocer en vivo dos lugares no cercanos: donde se produce la cerveza Spencer, en Massachusetts, EE.UU. y donde producen la cerveza Engelszell en Austria. Hay que recordar que durante nuestra estancia en Roma visitamos y degustamos la cerveza de la Abadía Tre Fontane (véase un post anterior).
La Abadía Sint Benedictus, más conocida en estas tierras como Achelse Kluis, se encuentra justo en la frontera entre Holanda y Bélgica, entre las provincias de Nord-Brabant (NL) y Nord-Limburg (B), entre las localidades de Warmbeek (B) y Tongelreep (NL). Los monjes cistercienses reconstruyeron la abadía tras la segunda guerra mundial y hoy en día los alrededores son un parque natural y recreativo de libre acceso. Desgraciadamente no se puede visitar por dentro, pero si se accede a su tienda, capilla y cafetería/restaurante donde se puede tomar la cerveza de barril.
En la familia de cervezas Achel tenemos de 5% de contenido alcohólico (la servida de barril en la misma abadía), de 8,5 y de 9% (estas embotelladas y comercializadas). En cada grupo tenemos cerveza rubia (blond) y oscura (bruin).
Para pasar la noche del sábado al domingo nos dirigimos a Eindhoven donde paseamos y cenamos en la ciudad. El domingo también nos hicimos un recorrido turístico que Paul tenía preparado y tras el almuerzo nos volvimos a Rotterdam.
Eindhoven es la quinta ciudad de los Países Bajos. La historia escrita de Eindhoven comienza en 1232, cuando el Duque de Brabante Hendrik I otorgó derechos de ciudad en Holanda a Endehoven, entonces un pequeño pueblo en la confluencia de los canales Dommel y Gender. En el momento de la concesión de la carta real, Eindhoven contaba
aproximadamente con 170 casas rodeadas por una muralla defensiva. En el
exterior del recinto amurallado había un pequeño castillo. A la ciudad
se le concedió también el derecho a organizar un mercado semanal, y los
granjeros de poblaciones vecinas eran obligados a ir a Eindhoven a
vender sus productos.
Hacia 1388, las murallas de la ciudad fueron ampliadas, y entre 1413 y 1420 fue construido un nuevo castillo, esta vez en el interior del recinto amurallado. En 1486, Eindhoven fue saqueada y quemada por tropas de Gelderland. La reconstrucción se terminó en 1502, con una muralla más fuerte y un nuevo castillo. Sin embargo, en 1543, Eindhoven cae otra vez: sus obras de defensa se abandonaron debido a la escasez de recursos.
Durante la Revuelta Holandesa, Eindhoven cambió de manos varias veces entre los neerlandeses y los españoles, hasta que finalmente en 1583 fue capturada por las tropas españolas y las murallas fueron destruidas. Eindhoven no volvió a formar parte de los Países Bajos hasta 1629.
Durante el siglo XIX la actividad industrial se centró en un principio en manufacturas de
tabaco y textiles. Posteriormente, la industria creció espectacularmente
gracias al gigante de la iluminación y la electrónica Philips. Esta compañía fue fundada en Eindhoven en 1891, y comenzó su actividad fabricando bombillas incandescentes.
El rápido crecimiento de la industria en la región y la posterior
necesidad de vivienda de los trabajadores provocaron cambios radicales
en la administración, ya que Eindhoven todavía conservaba los límites de
la época medieval, debido a la existencia de un canal que rodeaba la
ciudad. En 1920, los cinco municipios suburbiales de Woensel (al norte), Tongelre (este y noreste), Stratum (sudeste), Gestel en Blaarthem (sudoeste) y Strijp (oeste), los cuales sufrieron cambios drásticos debido a la falta de
viviendas, fueron incorporados en la nueva municipalidad de
Groot-Eindhoven ("Gran Eindhoven"). Posteriormente, el prefijo "Groot-"
fue retirado.
Durante la segunda guerra mundial fué una ciudad duramente castigada y destruida por bombardeos tanto alemanes como aliados, quedando pocos edificios históricos en pie. Fue reconstruida poco a poco, y entre los lugares más llamativos se encuentran la estación de trenes y la primera tienda de la cadena de Bijenkorf en Holanda (como El Corte Inglés en España). Como hicimos nosotros, la Iglesia de Santa Catalina es una visita obligada.
Eindhoven es una ciudad típica del sur del país, menos protestante y con mucha "marcha" nocturna. Seguramente eso es algo heredado de aquellas tropas españolas de los Tercios de Flandes!!. ;-)
Bueno, ya basta de hablar (escribir) y ahora queda tiempo de ver qué fue lo que hicimos. Javier
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