Entramos en el último fin de semana antes de comenzar de nuevo en el trabajo. Trataremos de aprovechar el tiempo aunque la previsión meteorológica es de muchas nubes. Los pequeños prepararán el material escolar y pondremos a punto la estrategia familiar para los días de cole para unos y de curro para otros, incluyendo a Carmen con sus clases de gimnasia y de español.
Hace dos días hemos tenido la visita en casa de Ceci y Julián, que se encontraban realizando un viaje turístico por Holanda y Bélgica. Ha sido una gran suerte poder charlar de nuevo con nuestros amigos de Cartagena. Nos han puesto al día de cómo va la vida allí, de los antiguos colegas y compañeros, de sus proyectos y vicisitudes. Desde aquí les queremos enviar a todos un gran abrazo y desearles gran felicidad. Mi pésame a la familia militar del Hospital Naval porque se están cumpliendo los augurios que ya vislumbraba yo por entonces, cuando todo hacia presagiar la muerte lenta pero irreversible del antiguo Hospital de Marina. Ahora que no hay disciplina u obediencia militar entre ellos y mi persona, no los calumniaré (que podría) sino quiero desearles que sus vidas se normalicen y puedan disfrutar de un futuro sosegado sin más sobresaltos. Javier
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