Carmen, Javier, Javi y Darío presentan su quehacer diario a familia y amigos. Desde Rotterdam (Holanda) os mantenemos informados de todo lo que nos envuelve en nuestras vidas.
Rotterdam
domingo, 9 de septiembre de 2007
Banderas
Contemplo desde los Países Bajos la paranoica crispación que sacude el país por temporadas, sobre las banderas que ondean en edificios públicos. Bajo mi punto de vista, si cosas tan elementales como los símbolos del estado, de la nación española, del país como un todo, que une a todas las comunidades y regiones, a todos los españoles, desde los vascos a los canarios, sirven sólo para encrespar los ánimos hasta situaciones de violencia e irracionalidad, más vale que empecemos a segregarnos definitivamente, porque parece que nada nos une, ni si quiera un trozo rojo y gualda de tela.
Desde el exterior veo esta situación y siento vergüenza ajena. Cuando he viajado a Noruega y he contemplado cómo por doquier, estos escandinavos despliegan su bandera en el exterior de sus casas, orgullosos de su significado, sin tener el menor tipo de recato o vergüenza, me preguntaba qué seres tan distintos éramos los hispanos. ¿Sería una cuestión de raza?. ¿O de temperaturas extremas que afectan al sistema nervioso central?. No, es su pasado como pueblo, el haber estado unidos en diferentes guerras, pasado tanto sufrimiento y haber creado todos unidos un lugar de convivencia y bienestar como muy pocos en el mundo. Pero también ocurre en otras latitudes: en los EE.UU. la devoción a la bandera es extrema, hasta en pines y farafernalia de todo tipo...sin el más mínimo problema. Es más, esta nación es capaz de declarar la guerra por el ultraje a la bandera. Pero sin ser tan extremista, aquí en Holanda se ve ondear este símbolo nacional e incluso convivir con otras banderas de las antiguas colonias holandesas como Surinam y las Antillas.
En muchísimas casas existe un mástil preparado para izar la bandera durante las jornadas de fiesta nacional y días especiales. Este verano, en mi barrio, han nacido bastantes niños y niñas. Los padres han adornado el exterior de sus casas con banderines azules o rosas, una cigüeña inflable con algún letrero que decía que habían tenido un bebé, y en muchos casos con la bandera. Aquí es un orgullo pertenecer a un colectivo con señas propias como la bandera. Los no holandeses respetamos su enseña y no se nos ocurre calificar a aquellos como extremistas nacionales o retrógrados. Está asumido que todos pertenecemos a la misma familia con las mismas señas de identidad. Nosotros en casa, en la buhardilla hemos querido desplegar nuestra bandera, la española, al lado de la tricolor holandesa, porque nos sentimos españoles y estamos a su vez agradecidos a este país, que nos acoge como a sus nacionales. Cuando podamos, desplegaremos también la enseña verde, blanca y verde, de Andalucía y, paradójicamente, de la ciudad de Rotterdam.
Siempre hay voces discordantes. Pero todos seguimos unas reglas. Cuando un crío no sigue las normas de papá y mamá, hay que castigarlo y hacerle ver que hace mal. Cuando un depravado amenaza de muerte a alguien en España por desplegar nuestra bandera...patada en el culo y a la cárcel. Hay que tener contundencia y exigir que se cumpla y respete la ley. Hemos visto en casa por la tele a unos concejales abertzales ocultar la bandera española y europea en su rueda de prensa y nadie ha movido un dedo (en un lugar público como es el ayuntamiento). ¿Es que esa gente proceden de Marte?. ¿Ni si quiera son europeos?. ¿Serán vestigios de culturas prehistóricas o prehomínidas, con escaso desarrollo cerebral y, por tanto, de conductas animales con bajo grado de desarrollo social?. Me he quedado pasmado al contemplar tal escena. Os puedo asegurar que cosas así son punibles en Holanda, y aquí no son más papistas que el Papa (son más protestantes y calvinistas). Aquí hay leyes claras, medios apropiados y jueces que aplican la ley sin titubear y sin conceder resquicios legales por donde los ultrajadores puedan escapar. En España seguiremos viviendo según por donde venga el viento, como las banderas. Javier
PD: Me ha dado la gana, aquí mismo, de poner mi bandera. Al que no le guste, ya sabe, que se la machaque...
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