Después de 6 meses haciéndonos los remolones, incluso después de que nos parase la policía de aduanas en la autopista, por fin nuestro coche está registrado en Holanda. Al ser residentes de este país no podíamos alargar más el permiso de circulación de la DGT de España, pues nos exponíamos a una multa y, sobre todo, a tener que pagar el BPM cuando forzosamente cambiáramos los papeles. En nuestro caso eso no es así, pues al venir de otro país de la UE y ser el coche parte de nuestra mudanza a Holanda, además de haber sido comprado hace más de 12 meses, tenemos el derecho de registrarlo sin pagar el BPM, tasa que se paga cuando se adquiere un vehículo o se importa del extranjero: nosotros nos hemos ahorrado unos 6000 euros.
Pero esto no ha sido fácil. Antes de que esta tarde le pusiera las nuevas matrículas al coche, hemos tenido que someternos al proceso administrativo, a la gran cantidad de papeles exigidos, por las autoridades holandesas: la Aduana, Hacienda, la RDW (como la DGT), la inspección técnica, asegurar el coche, y el impuesto municipal del ayuntamiento. Pero ya sabéis, el esfuerzo en equipo, las gestiones de Carmen y las citas a las que ha tenido que ir porque el trabajo en el hospital me lo impedía, han superado los obstáculos. Una vez más, esta familia sigue adelante, con tesón y esfuerzo, contenta de lo que hace. Javier
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