Es de locura. Que pueda suceder esto, arbitrariamente, en cualquier país de Europa. Sólo porque hay un sinfín de fanáticos que han decidido venir a nuestra tierra, para "mejorar" sus vidas, pero que no aceptan nuestra cultura y las reglas con las que nos hemos dotado para vivir democráticamente. No me extraña el auge de los populismos y extremismos. Tenemos que ser cautos y no "movernos" en caliente. Ahora lo que corresponde es llorar junto a las familias de las víctimas y heridos, y alzar muy en alto la voz para que todos esos fanáticos sepan que no nos van a doblegar y que no tenemos miedo.
Niza es una bella ciudad de la Costa Azul francesa. Casualmente en noviembre del año pasado estuvimos Carmen y yo, durante un congreso de la ESA. Recorrimos varias veces el bonito paseo marítimo, pasamos por el lugar del atentado, cuando todo era alegría en un día soleado de otoño. Con tanto ajetreo se me pasó si quiera poner unas fotos en el blog. Ahora, en recuerdo de las víctimas, quiero dejar constancia con este videoclip de lo agradable que es convivir con nuestros amigos, ciudadanos de Niza. Va por ellos. Javier