Ya sabéis que tenemos un perro negro, Rey, un Bouvier de Flandes, con una personalidad propia y un carácter que hay que comprender. También hace tiempo que convivimos en casa con la "rata negra", es decir, la bicicleta Ratbike de fabricación y diseño holandés, que te deleita por los caminos de bicis en Rotterdam. Y, justo ayer, llega a casa otro ente, la "criatura negra". Se trata de nuestra nueva moto, una máquina poderosa, salida de la fábrica de Triumph en Hinckley (Reino Unido). Es el modelo Tiger 800, moto tricilíndrica de 799 cc y 6 velocidades, con ABS, en color negro, y con accesorios como puños calefactables y un set de maletas de viaje útiles para cuando Carmen y yo hagamos nuestras rutas.
La primera impresión cuando te subes a ella es indescriptible, al arrancar el motor oyes un sonido pocas veces identificado antes, al ronroneo del motor se une un típico silbido característico de estos motores. Después te tienes que controlar un poco con el gas, porque los 95 CV de potencia se desarrollan de inmediato y parece que el monstruo quiere desbocarse. Sin embargo, la manejabilidad es absoluta y la llevas con gran facilidad. La comparación con mi antigua Honda Transalp 600 te lleva a pensar que estas a lomos de un engendro moderno, seguro y dócil si así quieres que se comporte. Pero todo depende de tí y de cómo "alimentes" al bicho.
Ayer fuimos al dealer de Triumph en Bodegraven, cerca de Gouda, a unos 18 km de Rotterdam, para recogerla. Aquí os dejo un reportaje fotográfico de esta tarde, en la que adoptamos otro animal de compañía. El que quiera, puede pedirme un paseíto en moto (con casco). Javier
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