Para el congreso anual de la ESA nos desplazamos a Ginebra. Ya habíamos estado en Suiza en otra ocasión (Basilea) y volvimos a experimentar lo que significa "vivir" en un país altamente desarrollado, con una economía fuerte, limpio, organizado y extremadamente CARO para casi todo. Con suerte y si rebuscas un poco puedes encontrar lugares en los que no tengas que empeñar los calzoncillos, pero en general resulta difícil imaginar que alguien con un salario normal pueda sobrevivir en esa jungla de millonarios. La naturaleza, ciudad, lago y alrededores, fantásticos. Y mucho civismo, cosa que falta en otras latitudes más al sur. Javier
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