La Abadía no puede visitarse al completo, por respeto a los monjes de la Orden del Císter que allí se dedican a la vida religiosa y contemplativa, además de elaborar esta sabrosa cerveza. La producción cervecera comenzó muy recientemente, en 2013, siendo la segunda Abadía trapista de Holanda. Además pueden comprarse quesos, mostaza trapista, miel, confituras, bombones, chocolate, galletas, té, vino y licores.
Después de la visita al monasterio tomamos la primera Zundert, para preparar la caminata que habíamos planeado, de unos 12 kilómetros. Aunque no nos llovió, el campo estaba bastante húmedo y, por tanto, lleno de barro, lo que complicó un poco la ruta a pie. Una vez terminada la caminata nos sentamos a la mesa de un pannenkoekenhuis conocido de la zona donde continuamos con nuestra degustación de cervezas y un sabroso almuerzo.
Como no podía faltar, aquí os dejo el videoclip de la jornada, para que disfrutéis. Javier
2 comentarios:
Que bien nos pasamos. Mañana probamos la cerveza de mi pueblo Rotterdam en el parte antigua donde nació Admiral Michiel de Ruijter.
Hasta mañana Paul
Pues, sí Paul, mañana será un BUEN día. Ya nos estamos preparando. Prost!!
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