Por fin a partir de la semana entrante disponemos de cocina y salón comedor. Nuestra vida de gitanos va llegando a su fin. La cocina se ha montado y sólo pequeños detalles faltan por concretar en la estancia, que ahora es indudablemente más espaciosa.
Recién pintada de blanco, la estancia es luminosa, sobre todo por el amplio acristalamiento del acceso al jardín trasero.
En esta foto se puede observar la pared en piedra, que le da un contraste muy bonito, junto a la solería en gris claro.
Desde la esquina del sofá hay una distancia más que adecuada para disfrutar del equipo multimedia (TV, video y estéreo).
Aunque a partir del lunes comienzan con los trabajos en el jardín, se puede ver terminada la protección con valla de madera para evitar que Rey pase a las casas colindantes.
Todavía desembalando artículos de la cocina.
Este es un lateral de la cocina, donde se encuentra el armario con el horno/microondas.
El otro lateral de la cocina, con la nevera desde el fondo, los fogones de inducción bajo la campana de gases y el fregadero a la derecha.
Otra panorámica del salón. Los planes son que la semana que viene terminen todos los trabajos de "importancia". Sólo quedarán pequeños retoques y los shutters de las ventanas/puertas en la cocina y del salón de acceso al jardín que, por cierto, están en camino desde Indonesia. Javier
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