Fin de semana en Antwerpen (Amberes)

Esta primavera pasada tuvimos la oportunidad de disfrutar un fin de semana en Antwerpen. El nombre de esta ciudad belga, muy cercana a los Países Bajos, proviene de la leyenda de Silvio Brabo: un gigante llamado Druoon Antigoon habitaba el río, cobrando un peaje a los barcos que quisieran pasar. Si un barco no pagaba, el gigante cortaba la mano del capitán y la arrojaba al río Escalda (Schelde). Un día, un centurión romano, cansado ya, cortó la mano del gigante y también la lanzó al río y de ahí surge el nombre de Amberes (Antwerpen), Ant = Mano, Werpen = Lanzar.
A inicios del Renacimiento esta ciudad perteneció a los Países Bajos Españoles. El siglo XV marca el inicio del desarrollo económico de la ciudad, que se convierte en uno de los centros comerciales más importantes del Norte de Europa: a mediados del siglo XVI, los impuestos recaudados por la Corona española en el puerto de Amberes igualaban a los ingresos por las minas de plata de Potosí. Rubens, el gran pintor flamenco vivió en Amberes hasta su muerte. Una estatua recuerda su presencia en la Marktplein, en el centro de la ciudad.
Nos alojamos en un hotel con spa a las afueras de la ciudad. Nuestra idea era, además de hacer turismo, relajarnos y divertiremos a tope con los niños. A la ciudad íbamos en bus. La comunidad judía (ortodoxa) es muy importante y regenta mayoritariamente el negocio de los diamantes. Cerca se encuentra un gran parque de atracciones, que visitamos como "regalo" para Javi y Darío.
A continuación encontraréis 3 vídeos: el primero sobre el hotel y las actividades de relax en el spa, el segundo sobre la ciudad y el tercero sobre el parque de atracciones Bobbejaanland. Javier