Hace 2 semanas que "la mutante", mi Triumph Street Triple R, ha cumplido...los primeros 1000 km y, por tanto, ha gozado de su primera revisión periódica. Para tenerla desde Septiembre y con la climatología tan variable de estas tierras no está mal.
He introducido algunas mejoras y detalles para personalizarla a mi gusto. Aquí os dejo unas fotos con lo más destacado. Javier
Carmen, Javier, Javi y Darío presentan su quehacer diario a familia y amigos. Desde Rotterdam (Holanda) os mantenemos informados de todo lo que nos envuelve en nuestras vidas.
Rotterdam
domingo, 25 de noviembre de 2012
martes, 20 de noviembre de 2012
El rincón del Kindle 2
En esta segunda entrega para los usuarios (actuales o potenciales) del Kindle, quisiera presentaros la nueva "joya" de Amazon, el Kindle Paperwhite, existente en versiones con conexiones WiFi y 3G. En pocas palabras, este e-reader de Amazon es un Kindle Touch con iluminación que le confiere un "extra" para el disfrute de los amantes de ebooks. La claridad y facilidad de lectura es notablemente superior a los modelos anteriores y ya no se necesita ningún elemento extra (lamparita, accesorio) para poder leer en oscuridad. Su color (carcasa) cambia del gris al negro. Se puede configurar hasta en 24 niveles de brillo y la facilidad de manejo sigue siendo la misma que la de modelos anteriores. Una sola carga puede durar, para un lector normal, hasta 8 semanas. En fin, una maravilla de e-reader. Cualquiera que necesite un dispositivo de lectura de ebooks deberá considerar muy seriamente la adquisición de este gadget. Yo lo recomiendo sin duda alguna. Os presto este artículo de PC Magazine donde podéis encontrar todas las características del Paperwhite. Hasta la próxima entrega. Javier
http://www.mediafire.com/view/?pf8g0i1wbev072e
http://www.mediafire.com/view/?pf8g0i1wbev072e
domingo, 18 de noviembre de 2012
Carpe Diem!
Genieten van de kleine dingen in het leven maakt je gelukkig. Video opgenomen afgelopen mei. Javier
La educación es el futuro de un país
No sé si Españistán se podrá considerar un país dentro de unos años, pero suponiendo que todavía lo sea, tiene un futuro muy, pero que muy, negro. Siendo la educación el motor de la sociedad, las clasificaciones internacionales sobre educación universitaria nos colocan en posiciones de lo que somos, país subdesarrollado. Véase si no, estas tablas donde sí se puede apreciar que un país pequeño como Holanda se codea con los mejores del mundo. Una vez más, ejemplo a imitar. Javier
lunes, 12 de noviembre de 2012
Maldito sistema democrático
En qué mierda de país puede suceder esto?. En Españistán, cómo no. Esta mañana leo en El País esta noticia, en páginas interiores, que puede pasar desapercibida por aquellos que ojean el periódico rápidamente porque tienen prisa. Pero este mínimo y escueto titular tiene que hacer recapacitar a toda persona de bien, especialmente a los políticos que nos gobiernan y debieran preocuparse porque ancianos y discapacitados estén protegidos y atendidos como se merecen. Primero porque los ancianos nos trajeron a esta vida y trabajaron duro para cubrir las necesidades de hijos y nietos. Se merecen el mayor de los respetos (al menos eso me inculcaron siempre desde pequeñito) y extremar sus constantes necesidades a estas edades avanzadas de sus vidas, ya que con las exiguas pensiones que reciben no tienen ni para caerse muertos. Segundo, los discapacitados se encuentran si no en la misma situación, en otras peores, pues no pueden cuidar mínimamente de ellos mismos.
Esta noticia nos muestra la denigrante actuación de los poderes públicos, por carecer de mecanismos para atender a estas personas. Es una pura vergüenza!. En Españistán es muy difícil, por no decir imposible, que personas mayores y discapacitados puedan recibir una atención adecuada, pública y gratuita (dentro de las posibilidades económicas de cada caso particular) en instituciones especializadas o recibir una ayuda a domicilio profesional y suficiente para el bienestar de atendidos y familias. Nuestro "estado del bienestar" es, según mi opinión y hasta el presente, un estado de la corrupción y la desvergüenza política, en todas las administraciones que nos gobiernan. Ni Ayuntamientos, ni Diputaciones, ni Macrocomunidades, ni Autonomías, ni Gobierno Central pueden garantizar estos derechos fundamentales de los ciudadanos más frágiles de la sociedad. Siguen suicidándose personas que van a ser deshauciadas de sus casas porque no tienen ingresos para pagar sus hipotecas, mientras los bancos reciben dinero público para tapar los robos de sus directivos. Pero, en qué país vivís?. Todo es una puta mierda, a la que todavía llegan moscas para alimentarse de los detritus. En algún momento ésto debe y va a estallar. Y cuando lo haga, que no se lamente nadie, y mucho menos los bastardos culpables de esta situación. Javier
Así son quienes nos gobiernan, unos " caraduras" :
Esta noticia nos muestra la denigrante actuación de los poderes públicos, por carecer de mecanismos para atender a estas personas. Es una pura vergüenza!. En Españistán es muy difícil, por no decir imposible, que personas mayores y discapacitados puedan recibir una atención adecuada, pública y gratuita (dentro de las posibilidades económicas de cada caso particular) en instituciones especializadas o recibir una ayuda a domicilio profesional y suficiente para el bienestar de atendidos y familias. Nuestro "estado del bienestar" es, según mi opinión y hasta el presente, un estado de la corrupción y la desvergüenza política, en todas las administraciones que nos gobiernan. Ni Ayuntamientos, ni Diputaciones, ni Macrocomunidades, ni Autonomías, ni Gobierno Central pueden garantizar estos derechos fundamentales de los ciudadanos más frágiles de la sociedad. Siguen suicidándose personas que van a ser deshauciadas de sus casas porque no tienen ingresos para pagar sus hipotecas, mientras los bancos reciben dinero público para tapar los robos de sus directivos. Pero, en qué país vivís?. Todo es una puta mierda, a la que todavía llegan moscas para alimentarse de los detritus. En algún momento ésto debe y va a estallar. Y cuando lo haga, que no se lamente nadie, y mucho menos los bastardos culpables de esta situación. Javier
Así son quienes nos gobiernan, unos " caraduras" :
sábado, 10 de noviembre de 2012
Mi guardia (6)
Y acabó. Después de alrededor de 8 horas, el paciente está en intensivos y gracias a nuestro trabajo en equipo ha podido salvar su vida.
Javier, desde mi iPhone 5 (aunque tengo que seguir con otra operación de urgencia, dejo el blog por hoy)
Javier, desde mi iPhone 5 (aunque tengo que seguir con otra operación de urgencia, dejo el blog por hoy)
Mi guardia (5)
Bueno, ahora estamos con el "recalentamiento", una vez terminada la reparación. Empezamos una fase crítica en la que tenemos que corregir todos los trastornos ocasionados al paciente, especialmente los relacionados con la coagulación.
Javier, desde mi iPhone 5 (continuará)
Javier, desde mi iPhone 5 (continuará)
Mi guardia (4)
Quisiera presentaros a los cirujanos: Birim, cirujano principal de esta guardia, y Taco, su asistente.
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Mi guardia (3)
Estamos ahora en parada circulatoria e hipotermia para que el cirujano pueda reparar la aorta (en no más de de 30 minutos).
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Mi guardia (2)
Ya hace tiempo que estamos en "bomba", es decir, el paciente está conectado a la máquina de circulación extracorpórea.
Un par de fotos más, la primera el espacio dominado por el anestesista y la segunda la "bomba" controlada por el perfusionista.
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Un par de fotos más, la primera el espacio dominado por el anestesista y la segunda la "bomba" controlada por el perfusionista.
Javier, desde mi iPhone5 (continuará)
Mi guardia
Bueno, empieza mi guardia tempranito. Me llaman a las 7:30 y sobre las 8:15 estoy empezando con una disección aórtica de urgencia. Son las 10:24 y todo marcha Como estaba previsto.
Javier, desde mi iPhone5 (continuará).
Javier, desde mi iPhone5 (continuará).
jueves, 8 de noviembre de 2012
Cataluña es España...y dejémonos de cagadas
Sento dir això, però Catalunya no pot ser mai independent. Els somnis de Mas són un exemple d'intolerància, mentides i fanatisme nazi. Vegeu aquest vídeo que retrata la idiosincràsia dels independentistes catalans. Jo creia que eren més inteligents però ara penso que són uns rucs. Un hispà-català. Javier
martes, 6 de noviembre de 2012
Y la economía vino a peor
Gracias Amanda por compartir estos videos tan educativos. Es verdad, ya en 2007 estos dos viejos lobos sabían que todo se iba a ir "pal carajo" en Españistán. Disfrutad de sus palabras. Javier
Se veía venir... from ShowU on Vimeo.
Se veía venir... from ShowU on Vimeo.
sábado, 3 de noviembre de 2012
De móviles, smartphones y WiFi
Tengo que reconocer que la historia que más adelante aparece (tomada de Expansión) me ha pasado en mis propias carnes, y en mi casa. Hoy día, la educación y el respeto a tus amigos y conocidos parece que no está de moda. Pero...no importa. Si no espontáneamente, haré que en mi casa se respeten unas normas mínimas de "saber estar". Me resulta inapropiado que me pidan acceso a mi WiFi para en vez de pasar una velada con grata conversación y comida o cena incluida, mis invitados o contertulios se dediquen a mandar mensajes en what's up o chatear con i-messages desde su terminal móvil o iphone. Sólo pido un poco de reflexión a todos. Y sin más demora, aquí está la historia, firmada por Pascual Drake, periodista:
.../...
Voy a hablar del WiFi. Pues qué petardo, pensarás. Sí, puede ser. Pero no del WiFi como mecanismo de conexión o ente abstracto que todo lo une. Más bien lo contrario: del WiFi como elemento disociativo en las cenas entre amigos, o no tan amigos, en casa. Me pasó el fin de semana pasado. Cena en mi casa, seis invitados, ocho con nosotros. Cuatro hombres, cuatro mujeres, ¡viva la paridad!
Suena el timbre cuando ya estamos seis. “Hola, hola, qué tal, perdón por el retraso, el tráfico, bla bla bla…” Y aquí viene el tema. Dirigiéndose a mí: “¿Te importa que te pida una cosa?” Cuando yo ya estaba a punto de señalar el baño dando por hecho que la petición era de ese tipo sí o sí, escucho:
“¿Me das la clave del WiFi?". Sí, la clave del WiFi, han leído bien. Pues sí, claro, qué voy a decir. Como en todas las casas la clave del WiFi está en una mugrienta pegatina debajo del router, el cual a saber dónde está porque, digan lo que digan, las casas no están ni física ni moralmente preparadas para albergar una cosa como el maldito router que cada uno pone donde buenamente puede. Router encontrado, le dicto amablemente los cuatrocientos dígitos de la maldita clave hasta que al tercer intento consigue conectarse desde su recién estrenado iPhone 5 (evidentemente una persona que te hace esa pregunta no viene con un One Touch Easy). He dicho que la cena era para ocho, ¿verdad? Bueno, pues estuvimos siete. Sí, efectivamente quien no estuvo fue el portador del cotizado teléfono. Dedito para arriba, dedito para abajo no quitó la vista de dicho terminal en las tres horas y pico que duró el acto. Que no digo yo que lo que viera en él no fuera mucho más interesante que lo que acontecía dentro de la casa, pero… Un mínimo de educación por favor. Un límite. ¿Cuál es el límite? No lo hay… Yo no sé si se ha creado ya una guía de la educación en la era de la conexión móvil, pero si no es así estamos tardando en crearla. Esto es una enfermedad a la que todos estamos abocados. ¿Debería ponerse una cesta en la entrada de casas, restaurantes, bares, etcétera, para que la gente deposite sus móviles y los recoja a la salida? Incluso con carga de electricidad gratuita para que hasta parezca un servicio… Igual es la solución. A cañonazos, pero la solución. Evidentemente, al próximo que me pida la clave del WiFi al entrar en casa le pediré amablemente que abandone la dependencia. Y, si alguien se lo hace al entrar en la suya,ya sabe a qué atenerse.
Fin. Javier
.../...
Voy a hablar del WiFi. Pues qué petardo, pensarás. Sí, puede ser. Pero no del WiFi como mecanismo de conexión o ente abstracto que todo lo une. Más bien lo contrario: del WiFi como elemento disociativo en las cenas entre amigos, o no tan amigos, en casa. Me pasó el fin de semana pasado. Cena en mi casa, seis invitados, ocho con nosotros. Cuatro hombres, cuatro mujeres, ¡viva la paridad!
Suena el timbre cuando ya estamos seis. “Hola, hola, qué tal, perdón por el retraso, el tráfico, bla bla bla…” Y aquí viene el tema. Dirigiéndose a mí: “¿Te importa que te pida una cosa?” Cuando yo ya estaba a punto de señalar el baño dando por hecho que la petición era de ese tipo sí o sí, escucho:
“¿Me das la clave del WiFi?". Sí, la clave del WiFi, han leído bien. Pues sí, claro, qué voy a decir. Como en todas las casas la clave del WiFi está en una mugrienta pegatina debajo del router, el cual a saber dónde está porque, digan lo que digan, las casas no están ni física ni moralmente preparadas para albergar una cosa como el maldito router que cada uno pone donde buenamente puede. Router encontrado, le dicto amablemente los cuatrocientos dígitos de la maldita clave hasta que al tercer intento consigue conectarse desde su recién estrenado iPhone 5 (evidentemente una persona que te hace esa pregunta no viene con un One Touch Easy). He dicho que la cena era para ocho, ¿verdad? Bueno, pues estuvimos siete. Sí, efectivamente quien no estuvo fue el portador del cotizado teléfono. Dedito para arriba, dedito para abajo no quitó la vista de dicho terminal en las tres horas y pico que duró el acto. Que no digo yo que lo que viera en él no fuera mucho más interesante que lo que acontecía dentro de la casa, pero… Un mínimo de educación por favor. Un límite. ¿Cuál es el límite? No lo hay… Yo no sé si se ha creado ya una guía de la educación en la era de la conexión móvil, pero si no es así estamos tardando en crearla. Esto es una enfermedad a la que todos estamos abocados. ¿Debería ponerse una cesta en la entrada de casas, restaurantes, bares, etcétera, para que la gente deposite sus móviles y los recoja a la salida? Incluso con carga de electricidad gratuita para que hasta parezca un servicio… Igual es la solución. A cañonazos, pero la solución. Evidentemente, al próximo que me pida la clave del WiFi al entrar en casa le pediré amablemente que abandone la dependencia. Y, si alguien se lo hace al entrar en la suya,ya sabe a qué atenerse.
Fin. Javier
jueves, 1 de noviembre de 2012
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