Este fin de semana pasado hemos hecho una escapada con nuestros amigos Adela y Paul, hacia Bélgica con destino Leuven, o en castellano Lovaina. En esta ocasión tuvimos también la presencia (sólo hasta la tarde del sábado) de Marco, el padre de Sara, la "amiga" de Darío, que estuvieron con nosotros en Rotterdam de visita por la festividad de los Reyes.
Esta ciudad belga de poco más de 100.000 habitantes en la región flamenca de Brabant se sitúa entre los rios Dijle y Voer. Fué importante centro económico entre los siglos XI y XIV, famosa por sus telas. En el siglo XV se fundó la más antigua universidad belga, la Católica de Lovaina (KU Leuven, 1425), también una de las mejores del mundo: según "The Times Higher Education" de 2016 ocupa el 35 puesto mundial y el 12 europeo. Es hoy una importante ciudad universitaria, llamada por algunos la Salamanca europea. Su biblioteca fué doblemente destruida y quemada en las dos guerras mundiales, pero hoy está en pie como símbolo de las guerras y de la solidaridad aliada (3, 10). Uno de los mejores conservatorios de Bélgica está también en Lovaina, el Instituto Lemmens, conocido por su formación en musicoterapia y arte dramático.
Entre los monumentos que pudimos visitar, a pesar del frío que hizo, están el Ayuntamiento, de arquitectura flamenca situado en la Grote Markt (4, 8, 21), la Kleine Markt frecuentada por universitarios y llena de bares y restaurantes, el Begijnhof (15, 19) (patrimonio de la Humanidad) y la St. Peterskerk (1, 9, 11, 22, 26).
Pero queridos amigos, no os queremos engañar. No sólo fuimos a dar una "vuelta cultural", sino que el principal motivo de nuestra visita fué la... CERVEZA!!
En Leuven está la sede mundial de la empresa (la mayor compañía de cerveza del planeta) que fabrica la cerveza Estella Artois. Pero no, no tomamos esa cerveza de fabricación industrial, sino que fuimos a visitar y hacer un tour a la cervecería Domus. Allí fabrican su propia cerveza desde 1985 que venden en su restaurante anexo donde podemos degustar exquisiteces culinarias de las que debo recomendar aquellas hechas o cocinadas con la misma cerveza, por ejemplo el estofado de carne y el postre de creme brulee hecho también con cerveza. Qué rico todo!!. Allí pudimos beber sus diferentes variedades cerveceras: Domus, Nostra Domus, la Domus de temporada (2, 7, 13, 14, 17, 18, 23)
La noche del sábado al domingo ruteamos por la ciudad, picando alguna cosilla y bebiendo cervezas belgas (5, 16, 20, 24, 25, 27). La lista es interminable, así que sólo pudimos seleccionar un pequeño grupo de ellas. De entre todas destacar la Gouden Carolus Cuveé van de Keizer, mezclada con whisky de la misma brouwerij, que bebes en un vaso más pequeño y que es un compendio de sabores inagotable en el paladar, fuerte y oscura, y más cara que cualquier otra. Valió la pena.
Nos alojamos en el hotel Theater, en el mismo centro. Su desayuno buffet bastante aceptable. La mañana del domingo la dedicamos a la visita de monumentos y patear un poco la periferia (6, 12). Antes de caer la tarde ya estábamos camino de Rotterdam. Menos mal que no me topé con Puigdemont. Javier
