Qué suerte estamos teniendo (si a eso lo podéis llamar así, vosotros que estáis a temperaturas muy buenas casi todo el año). Cielos sin casi nubes y un sol radiante que nos calienta el día hasta cerca de 20 grados. Eso en Rotterdam en pleno mes de Abril es un lujo nunca visto. Pero ya está sucediendo durante dos semanas seguidas. Coincidiendo con fines de semana que no tengo guardias, aprovechamos para jugar al tenis de lo lindo. En nuestro club han abierto dos pistas nuevas de material sintético que remeda pistas de tierra. Las 4 restantes han sido remodeladas y se juega de maravilla. Normalmente tras jugar al tenis y refrescarnos con un par de cervezas Heineken, hacemos algo de compra y tiramos para casa, donde acondicionamos un tapeo digno en el jardín de atrás. Estas son algunas fotos de esta última jornada.
Aquí vemos a la Carmen que casi me gana un set. Yo retozando en la hamaca y Rey zampándose un hueso.
Por razones todavía desconocidas, Carmen tomó un videoclip cuando sufrí probablemente una insolación que perturbó mis sentidos y descontroló mi paz espiritual. He intentado censurarlo e impedir su difusión pero me ha sido imposible. Espero que no sufráis mucho y entendáis la delicada situación que me tocó vivir. Javier