Una sesión académica celebrada excepcionalmente el pasado martes en los Claustros de Santo Domingo
Francisco Orellana: "Vengo a rendir homenaje a nuestras raíces musicales"
Brillante toma de posesión del reconocido músico y compositor como Académico Correspondiente de la Real Academia de San Dionisio
El
 hombre crece junto con sus grandes fines. Lo dijo Friedrich von 
Schiller. El gran y primigenio y siempre permanente fin de Francisco 
Orellana Gómez ha descansado en la creación y en la recreación de su 
propia expresión musical. Utiliza Orellana sin remilgos el mejor 
lenguaje personal -y (matizándolo), andando los años, personalizado-: 
aquel que germina con oficio y sin ninguna postergación desde las 
partituras de su innata vocación artística. El solemne acto de su toma 
de posesión como Académico Correspondiente de la Real Academia de San 
Dionisio de Ciencias, Artes y Letras -celebrado excepcionalmente para 
dicha ocasión el pasado martes en los Claustros de Santo Domingo- 
pusieron en evidencia la sencillez de un consagrado maestro. Antepuso 
-síntoma de humildad- su incapacidad para la oratoria brillante -"para 
el verbo y la poesía"- y sin embargo engrasó una disertación -guionizada
 con tiento de orfebre- capaz de levantar en varias ocasiones los 
enérgicos aplausos del mucho público que abarrotaba el salón de actos. 
Quizás
 dominando las modulaciones de un ritmo de seguro acompasado, enhebró el
 nuevo académico la riqueza de su palabra (directa y encendida) con las 
distintas intervenciones de su hijo -y notabilísimo pianista- Rubén 
Orellana. Y, como ineluctable hilo conductor, la 'influencia andaluza 
sobre la Suite Tartessos'. La bulería, la saeta, la ruta del vino, la 
ruta de los pueblos blancos, el jazz, todo un maridaje, una mezcolanza, 
una sonora paleta de colores, una fusión lumínica "para rendir homenaje a
 nuestras raíces musicales". "Vengo precisamente para eso -dijo el 
ponente-: para rendir homenaje a nuestras raíces musicales". La Banda de
 Música de Jerez, dirigida por el joven Luis Román, cerró el acto "con 
un final de fiesta" de veras agradecido. Exquisito gesto, por cierto, el
 del maestro Luis Román quien, al término de la sesión, cedió su batuta 
al nuevo Académico Correspondiente -y durante muchos años director de 
dicha Banda de Música de Jerez- para que dirigiera un bis a la vez 
emocionante y muy entrañable. Un contundente acto de justicia en el 
tiempo. En la memoria recobrada.
Francisco Orellana fue 
presentado por el Académico Numerario Francisco Garrido Arcas, 
presidiendo la sesión-enmarcada en el ciclo 'Otoño musical en la 
Academia'- el presidente titular de la Real Academia de San Dionisio 
Joaquín Ortiz Tardío, el vicepresidente de Artes Juan Salido Freyre y el
 Secretario General Andrés Luis Cañadas Machado. Un muy nutrido número 
de académicos acudieron a esta convocatoria que además contó con 
numerosos amigos, familiares y antiguos compañeros y alumnos de 
Francisco Orellana. El delegado de Participación y Coordinación de 
Distritos José Galvín representó al Ayuntamiento de la ciudad. 


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